CARRUSEL

SOMATIZACIÓN


Por somatización entendemos cualquier síntoma corporal que surge o se incrementa en respuesta a factores psicológicos o situacionales. Según diversos estudios parece ser que las mujeres presentan una mayor tendencia a somatizar que los hombres, no obstante, esta tendencia varía mucho de una cultura a otra. Además las somatizaciones son frecuentes en pacientes que sufren de depresión y ansiedad y se ha encontrado una gran comorbilidad entre la somatización y el estrés.



En la historia personal de un paciente que somatiza podemos encontrar varios indicadores, entre ellos, un trastorno psicológico coexistente, el haber sido rechazo repetido de médicos que les habían atendido, múltiples pruebas diagnósticas recientes, numerosas visitas a los servicios de urgencia e incluso el haber recurrido a medicinas o terapias alternativas en busca de una explicación.


El realizar una buena evaluación es de suma importancia para el estudio y tratamiento de cualquier trastorno, no obstante, ésta cobra aún mayor protagonismo en las somatizaciones.

Es necesario incluir la somatización en el diagnóstico diferencial y descartar en primer lugar si se trata de una enfermedad orgánica. En caso de confirmarse que el problema es de tipo psicológico, debemos detectar si los síntomas obedecen a otros trastornos más amplios como la ansiedad o la depresión y en caso contrario, buscar las causas psicológicas o del entorno que están provocando que el paciente somatice. Sólo haciendo un buen diagnóstico sentaremos las bases de un buen tratamiento.

Un aspecto a tener en cuenta cuando se trabaja con un paciente de este tipo es que por exagerados que puedan parecer los síntomas, el sufrimiento del paciente es siempre real, siendo necesaria una actitud empática y de aceptación para un manejo eficaz de nuestro paciente, sin caeren una discusión sistemática de todos los síntomas que éste presenta.

Son muchos los síntomas y síndromes que pueden presentar las personas que somatizan, algunos de tal gravedad que pueden desencadenar otros problemas de salud física más amplios. Entre ellos se encuentran los que se exponen a continuación:


 a) Gastrointestinales: vómitos, dolor abdominal náuseas flatulencia hinchazón, diarrea, intolerancias alimentarias. 


b) Pseudoneurológicos: amnesia, dificultad al tragar, pérdida de voz, sordera, visión borrosa, desfallecimiento, debilidad muscular, pseudoconvulsiones, dificultad miccional.


 c) Síntomas dolorosos: dolor difuso, dolor en extremidades, dolor de espalda, dolor articular, dolor al orinar, cefaleas. 

 d) Aparato reproductor: dispareunia, dismenorrea, irregularidad ciclos menstruales, hipermenorrea, vómitos a lo largo del embarazo, sensaciones quemantes en los órganos sexuales. 

 e) Cardiopulmonares: dificultad respiratoria en reposo, palpitaciones, dolor torácico, mareo. 

 f) Síndromes: alergias alimentarias extrañas, síndrome de fatiga crónica, síndrome de articulación temporomandibular, fibromialgia, sensibilidad medicamentosa múltiple.